hasta Viktor, y su propuesta.

Sin darse cuenta, sacó el móvil y le mandó un mensaje.

💬: hoooola! Sigue en pie lo de ir a tu casa hoy?

Lo mandó y esperó dándole un buche a su cerveza, expectante.

Empezó a sacar muy buenas notas, y Halloween llegó. Con un absurdo disfraz de Superman, acompañó a Mel, disfrazada de Superwoman, a una de las fiestas del campus. No estaba mal, pero cuando vio que su novia pasaba de él y que sus compañeros de equipo sólo querían emborracharse, su mente lo llevó +

parecía tener. Si bien cuando se le encaró le pareció injusto, le gustó ver que él no le hacía la pelota por ser uno de los mejores jugadores de futbol americano de la universidad.

Los días fueron pasando, las quedadas de estudio igual y su rendimiento académico pegó un subidón bastante grande. +

Tras aquella conversación y cenar, Jayce se metió en la cama, con sensaciones completamente nuevas en el cuerpo. No conocía mucho a Viktor, pero le gustaba. No sabía por qué, pero le daba una buena vibra, además de lo a gusto que se sentía estando con él, incluso con el carácter tan gruñón que +

en la pantalla, por si acaso Viktor le respondía. Le gustaba hablar con él. Le gustaba mucho hablar con él.

Bueno, ni te preocupes por ello, tengo doscientas mil más y, además, voy más cómodo con sudaderas y ya
💬: ya me la devolverás el jueves en la clase
💬: porque sigue en pie lo de seguir quedando martes y jueves, no?
💬: 😇

Dejó el móvil sobre la mesa, desbloqueado, y siguió cenando con los ojos fijos +

un plato ligerito, con algo de carne a la plancha y verduras.
💬: te diría que evitases los ultraprocesados pero vamos, si el cuerpo te pide una pizza, dale la pizza.

Pilló el tenedor de nuevo y siguió comiendo, hasta que el siguiente mensaje entró. Ni se acordaba de la chaqueta.

💬: ¡es verdad! +

Se frotó los ojos bajo las gafas y, cuando escuchó la vibración del móvil lo miró con curiosidad. Se sorprendió al ver que el mensaje entrante era de Viktor, pues no esperaba que le respondiera. No, al menos, tan pronto.

Sonriendo, dejó el tenedor sobre el plato y empezó a teclear.

💬: Lo mejor es

residencia.

Una vez llegó ahí se quitó las lentillas, se duchó y se puso el pijama, preparándose algo rápido de cena. Sin poder evitarlo, desbloqueó el móvil y buscó en WhatsApp hasta que dio con él.

📲: Viktor

💬: descansa, V
💬: y que no se te olvide cenar!!!

tierna.

No quería robarle más tiempo, así que dio un paso hacia atrás. Sentía la necesidad de hacer algo, pero lo que quería hacer (darle un beso en la mejilla) no era algo que estuviera bien visto entre hombres.

—Buenas noches, Viktor. —Asintió y se dio media vuelta, dirigiéndose hacia su propia

Cuando llegaron a la residencia, frenó el paseo y quedó frente a él, poniéndole, sin darse cuenta, ojitos de cachorro. Negó con la cabeza ante su agradecimiento y encogió ligeramente los hombros.

—No tienes nada que agradecerme. Lo he hecho encantado. —Aseguró, dedicándole una pequeña sonrisa, +

te lo prometo. —Respondió, con un par de asentimientos de cabeza.

Y mantuvo la sonrisa en los labios, pues esta no quería irse. Que guay, ¿no? Que noche de otoño más chula se había quedado.

enarcando una ceja.

—¿Ir a tu habitación? ¿A ver pelis de miedo? —No era su género favorito pero, aún así, sus labios se estiraron en una amplísima sonrisa. Dudaba mucho que Viktor le otorgara tal invitación a cualquiera, y realmente se sintió privilegiado ante eso.— Me gustaría mucho. Me pasaré, +

disfraz.

Si seguro que se divertía con los del equipo y, además, nadie le obligaba a pasarse con el alcohol (él nunca se pasaba con el alcohol): Cavilaba sobre aquello cuando las siguientes palabras del castaño lo sorprendieron, de una forma muy agradable. Alzó la cabeza y lo miró de forma directa,

Le lanzó una rápida mirada cuando se puso su chaqueta sudadera y notó una minúscula sacudida en el vientre, que no supo para nada identificar. La ignoró, suponiendo que sería hambre, y volvió a escuchar a Viktor.

—Sí, sí que iré. —Ya se había comprometido a ello, aunque todavía no tenía el +

cabeza, mantuvo las manos metidas en el amplio bolsillo de la sudadera.

—Tu plan es mucho mejor, sin duda. —Añadió, con una sonrisita divertida, animándose.