Si bien no es una convicción, lo definiré como un norte. Es importante leer a l@s autor@s "funad@s", sin dejar de problematizar sus actos cuestionables. Leo a Munro y trato de navegar sus contradicciones. Me excede el juzgar su conducta, me quedo con la sensibilidad de su obra.

Leí este libro de cuentos pese a que el año pasado se hizo eco de un hecho doloroso: Alice Munro encubrió el abuso de su pareja a su hija, y no solo eso, se puso del lado de él. Acá un enlace sobre aquello.
www.bbc.com/news/article...

Mi cuento favorito fue 'El autobús de Bardon'. La autora arriesga una estructura poco común: una especulación sostenida sobre un ansiado encuentro con un examante (al que llama X). Esta elucubración es también un viaje poético y una introspección irónica. Un cuento libre, arriesgado y pasional.

Podría describir a los cuentos de Munro como novelas bonsái. Tiene una capacidad asombrosa para la creación de personajes complejos, vivos. La hilación del relato es inteligente, aprovecha cada oración. Es capaz de lograr un tipo de intimidad con los personajes que es más común a la novela.

El libro cierra también con la reflexión familiar. 'Las lunas de Júpiter' es una instantánea de la relación de la narradora con su padre enfermo y sus hijas. El prodigio de Munro radica en su capacidad de desmenuzar la experiencia humana con inteligencia y sensibilidad. Casi una autoetnografía.

El mundo ficcional de Munro gira alrededor del lago Hurón, en Ontario (Canadá). El primer cuento, 'Los Chaddeley y los Fleming', se divide en dos y aborda el tema del linaje (materno y paterno). La contemplación enrarecida de los valores familiares es clave en la autora. Lo hace magistralmente.

De esta célebre escritora ganadora del Nobel de Literatura en el 2013 solo había leído "Friend of my youth" (1990). Bastó eso para considerarla una de las maestras actuales del género. La presente experiencia de lectura lo confirma. La edición leída es una traducción de Esperanza Pérez.

A menos que hablemos de moda 😅