No merece la pena destinar tiempo a crear contenido para esa red social. Una pena, porque era mi red social favorita Pero es que tengo más seguidores que nunca (31.000), pero también menos alcance que nunca.

Desde hace tiempo el foco está en Instagram y en Facebook.

La mayoría de los entrenadores de niños son entrenadores muy jóvenes.

Con 18-20 años, todavía se está construyendo la estabilidad emocional, los valores y la madurez necesaria para guiar a otros. Sin embargo, les exigimos que eduquen cuando ellos mismos siguen aprendiendo a manejar su propia vida.

Un chico de 18 años se está formando como persona. No está hecho. Le falta construirse a nivel de estabilidad emocional, de adopción de valores y de entendimiento de las prioridades.

La primera vez que entrené a un equipo de niños yo tenía 18 años. Ellos tenían 9. De esto han pasado 14 años y, como no puede ser de otra manera, yo no tengo nada que ver con aquel Antón del 2010.

Y no me refiero a nivel de conocimientos, que es lo de menos, me refiero a nivel personal.

Dicho esto, decir que no estoy de acuerdo en que los padres sean "la ruina del fútbol".

Seamos serios. El fútbol formativo se sostiene gracias al esfuerzo de las familias que llevan a sus hijos a entrenar cada semana y madrugan cada finde para llevarlos a jugar.

¿Hay energúmenos? Sí, pero no todos