Busco respuesta a todas las preguntas. Leo, escucho, hablo. Serio a ratos, irónico de risa fácil. También hago cosas.
@GIGEFRA
Termino con este monumento al feísmo alicantino. Sin ese horrible remate de ladrillo podría pasar perfectamente por una casa tardoantigua o medieval, con sus bolos de rambla embastados con yeso moreno y tierra. Pasan los siglos pero las cosas cambian menos de lo que pensamos.
Termino con este monumento al feísmo alicantino. Sin ese horrible remate de ladrillo podría pasar perfectamente por una casa tardoantigua o medieval, con sus bolos de rambla embastados con yeso moreno y tierra. Pasan los siglos pero las cosas cambian menos de lo que pensamos.
Otra pared similar a la anterior, solo que aquí han usado tierra, yeso, restos cerámicos, cenizas y chamota calcinada. Una mezcla de materiales pobres encofrados en pequeños moldes. Bien aparejados, estos muros de factura modesta pueden durar siglos.
Otra pared similar a la anterior, solo que aquí han usado tierra, yeso, restos cerámicos, cenizas y chamota calcinada. Una mezcla de materiales pobres encofrados en pequeños moldes. Bien aparejados, estos muros de factura modesta pueden durar siglos.
Tradición constructiva y economía de medios: bloques de arena, grava y cal reforzados con restos de teja plana, ladrillo hueco y escoria de horno cerámico. Reciclaje hispano años 20. Un siglo después ahí siguen, trabajando con eficacia. Más obra barata: el muro de ladrillo.
Tradición constructiva y economía de medios: bloques de arena, grava y cal reforzados con restos de teja plana, ladrillo hueco y escoria de horno cerámico. Reciclaje hispano años 20. Un siglo después ahí siguen, trabajando con eficacia. Más obra barata: el muro de ladrillo.
Esta pared se levantó con los desechos de un taller de mármoles: columnitas, pilares, pisos de balcón, losas sepulcrales... Todo eso sobre un zócalo de pequeños mampuestos recibidos con yeso mal molido. Todo servía. El horror: los años 70 y sus bloques de hormigón desnudo.
Esta pared se levantó con los desechos de un taller de mármoles: columnitas, pilares, pisos de balcón, losas sepulcrales... Todo eso sobre un zócalo de pequeños mampuestos recibidos con yeso mal molido. Todo servía. El horror: los años 70 y sus bloques de hormigón desnudo.
tuvieron que abandonar no deja de ser un bonito triunfo de la justicia poética.
Ya lo dijo Galdeano: «(...) no hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca».
tuvieron que abandonar no deja de ser un bonito triunfo de la justicia poética.
Ya lo dijo Galdeano: «(...) no hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca».
Si yo no puedo, al menos que sea libre lo mío, pensarían. Por eso, cada vez que los encontramos sabemos que detrás de cada uno de ellos hay una renuncia, una pérdida, una partida, una derrota. Pero también, aunque nunca lo supieran, recuperar ahora esas pequeñas cosas que tanto apreciaban y
Si yo no puedo, al menos que sea libre lo mío, pensarían. Por eso, cada vez que los encontramos sabemos que detrás de cada uno de ellos hay una renuncia, una pérdida, una partida, una derrota. Pero también, aunque nunca lo supieran, recuperar ahora esas pequeñas cosas que tanto apreciaban y
o en los recovecos interiores del calzado. Sabemos que algunos prefirieron deshacerse de ellos antes que entregarlos, o que los enterraron pensando en recuperarlos más adelante. Tal vez por eso encontramos este reloj. Parecía una piedra, pero no.
o en los recovecos interiores del calzado. Sabemos que algunos prefirieron deshacerse de ellos antes que entregarlos, o que los enterraron pensando en recuperarlos más adelante. Tal vez por eso encontramos este reloj. Parecía una piedra, pero no.