+ esos impulsos. No. Con ella no... Con ella no. Se lo repetiría miles de veces.

“¿Os gusta... pasear conmigo de noche, mi señora? ¿Nunca se os ha hecho extraño?”

+ él quien tomó la mano ajena e inclinándose, besó los dedos de esta. La saliva, en un acto casi reflejo, se acumuló en su boca. Al oír el pulso acelerado de la joven en su cabeza, Sylas quiso... beber. Devorarla, comerla. Allí mismo, sin ningún tipo de cordura.

Tuvo que soltarla para deshacer +

+ podría llegar a querer a un monstruo como él? Quizá en un cuento de hadas. La realidad sería muy diferente.

“Con vos me siento igual, milady. Por eso estoy a vuestro lado... y no porque únicamente me lo ordene vuestro padre.” Le sonrió gentil, aliviado por la aceptación de su tacto. Fue ahora +

Su dulce Isobelle. Nunca tenía miedo a decir lo que pensaba desde que era una niña amante de lo... raro. De lo 'oscuro', como decía el rey. Pero eso jamás la achantó, convirtiéndose en una peculiaridad que Sylas amaba incondicionalmente de ella. Lo que le llevaba a preguntarse si... ¿La princesa +