"No tomarás el nombre de Tom Clancy en vano".

Historiadores militares de posguerra han indicado que las enormes bajas de la 79ª condenaron al fracaso el cruce soviético del Weser, por lo que la deuda de Europa con los pilotos del escuadrón 211º es enorme.

El regimiento 45º terminará con 12 tanques menos en ese solo ataque. Las bajas causadas por el escuadrón 211º en varios días consecutivos de ataques le provocan tantos daños a la 79ª que su apoyo al cruce del Weser será bastante limitado.

En la imagen, el T-80 del sargento Pavel Ilich Kuznetsov (regimiento 45º de Tanques de la Guardia) gana la medalla de plata de puesta en órbita de torreta al ser alcanzado por el GAU-8 del A-10 con matrícula 21-56, pilotado por "Esteso".

El movimiento de la 79ª es sobradamente detectado por los RF-4 de la Luftwaffe y también por las fotografías de los satélites de la NRO. Para sorpresa de muchos, el avance de la 79ª se está realizando en una columna por una sola carretera.

Según sus nuevas órdenes, la 79ª tenía que moverse hacia el NW, usando la ruta 64 en la dirección general de Escherhausen para luego seguir al W hacia el cruce del Weser en Rühle con sus modernos T-80.

De tener éxito, todo el frente aliado al S de Hannover podría colapsar, y se trataba del equivalente a dos cuerpos de ejército de tropas alemanas, británicas, y estadounidenses. Los aliados contratacaron en Salzhemmendorf y Alfeld, y lograron parar el empujón momentáneamente.

En la primera semana de agosto los soviéticos lanzaron una ofensiva sobre el río Weser, para quebrar en dos el frente aliado en el centro de Alemania. El día 5 cruzaron el río Weser en Rühle, y sus vanguardias apuntaron al N para tomar de revés a las fuerzas de la OTAN al S de Hameln.

Los pilotos del escuadrón 211º se entrenaron de manera intensiva en el polígono de tiro de las Bardenas Reales, donde convirtieron en queso de gruyere los cascos de varios viejos M-47 y M-60 del Ejército de Tierra. Los restos oxidados aún pueden verse por allí.

La Operación Margarita consistía, básicamente, en cambiar los F-5A del escuadrón 211º del Ejército del Aire por los mucho más avanzados y robustos A-10. El F-5A es un avión veloz y ágil, pero de corto alcance, y, para el frente de Alemania, demasiado frágil.

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El MiG-27 del 559º regimiento de cazas pilotado por el capitán Vassily Yurievich Nikolaev es alcanzado y derribado por el Sidewinder lanzado por el F-1 con matrícula 141-03 pilotado por el capitán Alberto Maganto Marcos. El "rat pack" se retira tras sus líneas sin cumplir sus objetivos.

Llega el momento de poner en práctica la teoría. El 25 de julio los controladores aéreos localizan un "rat pack" despegando de Grossenhain, y por su rumbo todo parece indicar que se dirigen a atacar las instalaciones del US Army en Bamberg, en Baviera. Vuelan a unos 1.200 metros.

Al escuadrón 141º se le presenta el problema del "rat pack" y se le pide que aporte una solución. El escuadrón 141º monta sus cazas interceptores Mirage F-1CE. El F-1CE es un aparato igualmente veloz y ágil, aunque no rinde tan bien peleando a baja cota como el MiG-23.

Rápido y ágil, el MiG-23 de ataque puede atacar sus blancos con precisión y retirarse a toda velocidad cubierto por los cazas de escolta. Si el "rat pack" es interceptado, los MiG de caza, igualmente veloces y ágiles, son un hueso duro de roer para cualquier caza de la OTAN.

"No tomarás el nombre de Tom Clancy en vano".

El capitán Antonio Gil Ayuso-Gontán, piloto del F-4 con matrícula C12.30, con el teniente Francisco Javier Fernández Herrera como Weapons System Officer, había conseguido las dos primeras victorias en combate aire-aire de España en la Tercera Guerra Mundial.