Turno nocturno lo tenía todo, una notable parafernalia técnica, actores de primer nivel, la leyenda de La planchada. En teoría nada podía salir mal, pero la mató su guion. Plagado de comedia involuntaria, situaciones con calzador y un conflicto desdibujado. Bala perdida.

En La singular vida de Ibelin nos permiten habitar el mundo de su protagonista, la animación de WOW adquiere un nuevo matiz, el de quien hizo su vida en ese entorno posible. Es emotivo pero también nos deja esa reflexión, en el futuro que se avecina Mats Steen fue pionero, lo encuentran en Netflix.

Sujo te suelta con varias sensaciones, ante todo la esperanza. Su plano final es bellísimo al igual que la incógnita que resuelve. Aún en el peor de los contextos hay posibilidades. Y en la podredumbre, luz. Valadez y Rondero lo volvieron a hacer. Hilvanaron un relato profundo con delicadeza.

Desde Free Solo, Elizabeth Chai y Jimmy Chin llevan una gran colección de documentales para NatGeo. Se aventaron otra gran pieza con Endurance, sobre la gran odisea de sobrevivencia de Shackleton y sus valientes marineros. Me impresionó la restauración de material. ¡Imperdible! Lo topan en Disney+.

Hay un tipo de musical con el que no conecto, que pienso impostado, falso, limitado. Ahí encontré Wicked. Más aún por el planteamiento incomprensible de dividir la entrega en dos partes, muchos conflictos y temas se abren con la expectativa de la segunda entrega, no me gusta lo incompleto.

Hace dos semanas mi hermana empezó Breaking Bad. Se obsesionó, está a una temporada de terminar y no sabe lo que se viene. Me hizo recordar cuando en mega maratón me la aventé, creo que no he encontrado una serie que me haga sentir lo mismo. A más de una década ¡Qué grande es Gilligan!

Fui a Gladiador II con mi papá, gran fanático de la primera. La charla posterior durante una extensa caminata fue de todo, menos de la película. No es muy cinéfilo, pero aprecio cuando me acepta una invitación al cine, precisamente por las pláticas que suceden tras salir de la sala. Recomiendo.

Cada minuto cuenta es tan melodramática como una producción de Televisa, tan cursi como un telenovelón juvenil, no obstante a pesar de sus detalles la estoy pasando bien. La veo por las noches con mis papás, que vivieron de cerca el terremoto del 85. Se aprecia el retrato de la tragedia.

Por muchas cosas poco he hablado de La Cocina de Ruizpalacios, mi película favorita dentro de su filmografía. Frenética, apacible, iracunda, reflexiva. De grandes imágenes, apabullante en lo formal pero sobre todo de personajes entrañables y bellamente perfilados. ¡Corran a verla!