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/ e̞jˈɾis.sa / Armonía en la disonancia. / Cuéntame, ¿qué ocurre cuando dejas de ser estricta? / Tras la perdición, mi promesa en el eco del tiempo. /
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Está bien haberse quitado el bloqueo y terminar la escena después de TRES MESES 😭
October 27, 2025 at 10:24 PM
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Con la emoción del momento no lo puse, pero se obró el milagro 🥳
June 23, 2025 at 4:34 PM
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Probando cositas nuevas 👀
Y no es amor, pero tampoco es solo deseo. Es ese espacio entre el filo y la herida, entre la pregunta y la respuesta que nunca llega. A veces me mira como si quisiera entenderme. Y a veces me esquiva como si tuviera miedo de que yo sí pudiera entenderla a ella. La odio por eso. Y la amo. Y luego la ignoro, porque es más fácil que quedarme callada mirándola cuando se recoge el pelo con esa maldita cinta azul. Le dije una vez que si quería algo de mí, solo tenía que pedirlo. Me dijo que no sabía pedir. Entonces le di algo igual: Una carta mía. Rota. Inútil. Ella la guardó. No dijo nada. No sé si eso fue un sí… o una despedida. Hay días en que quiero arañarla con palabras hasta que se derrumbe. Y otros en los que quiero que me abrace sin decirme nada. Pero ninguno de esos días llega. Porque no somos así. Porque estamos demasiado entrenadas para ser otras. Y eso… eso es lo que más duele. Si algún día lee esto, sabrá que fui cobarde. Y si no lo lee, sabré que ella también lo fue. Así, estamos en paz. O lo más parecido que podemos permitirnos. - Nhianna.
June 5, 2025 at 9:50 PM
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¿Un poquito de worldbuilding? Un poquito de worldbuilding.
May 3, 2025 at 4:50 PM
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Fragmento muy cortito de un personaje que va a ser...relevante, vamos a decir 🤣
Cuando Kinne la observó, no preguntó. Solo esperó. Y Lirea dijo, sin temblor en la voz: —Sí. Quiero dejar de ser yo. Durante el Zai'Sharenth, su alma no gritó, ni se resistió. Era como si ya hubiese sido vaciada años atrás. Cuando su única ala emergió, torcida, de su espalda, no hubo espasmos ni estertores. Solo una lágrima. Una. Y ni siquiera supo si era realmente suya. Kinne comprendió entonces que no tenía delante a una víctima, ni a un experimento más. Tenía delante a alguien que realmente ansiaba su regalo, su don. La existencia en la no-existencia. Lirea’Neth. “La que no necesita eco.” Así fue nombrada. Así comenzó a existir.
April 25, 2025 at 9:30 PM
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Si mi ratoncito Latte es precioso, se dice y no pasa nada ❤️
April 20, 2025 at 10:44 AM
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El otro día pensé, "¿Y si escribo algo de la época "antigua" del Imperio de Iyanna?"

Y van saliendo cositas :D
April 11, 2025 at 8:23 PM
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Yo, el Sábado: "Estaría guay darle un poquito más de forma a la Familia Imperial, que solo he escrito en condiciones sobre Yuet, Vahn, y Nhianna".

Yo, el Domingo por la noche:
April 8, 2025 at 11:18 AM
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— No finjas neutralidad, preciosa. Ya la rompiste al entrar. — respondió el Juez, quitándose la máscara. Kherith pudo ver su cabello trenzado en patrones circulares, y su piel oscura marcada con inscripciones argénteas — letanías en Arkunasha, advirtió Kherith. Una cerca del cuello, otra sobre el pómulo izquierdo —, lo que le identificaba como un Keth’Nar perteneciente a los Ihanni de Karoith, la rama más espiritual y tradicionalista de su raza. Normalmente vivían apartados de la estructura del poder Imperial, y sin duda era una rareza encontrar a uno de ellos en Esmer. — Me llamo Zhevirn. Puedes anotar eso en tus informes. — añadió, con una nota condescendiente en su voz. Kherith suspiró, ignorando la provocación del Keth’Nar. Zhevirn simplemente la miró, con ojos que ardían lentamente como brasas cubiertas de sal. — ¿Qué viste? — preguntó ella finalmente. Zhevirn giró la taza entre los dedos, sin beber. — Vi a una niña entrar con el alma en la mano, como si quisiera arrojarla al centro del hexágono y ver quién intentaba doblegarla. — — Vaya, qué poético. — respondió ella con sorna. — ¿Todos los Ihanni sois así? — — Solo yo, me temo. — replicó él, sonriendo de oreja a oreja. — Pero ahora en serio, Observadora…¿qué quieres de esa chica? No hizo nada ilegal. — — No tengo por qué decirte nada, y si te lo estoy pidiendo es por pura cortesía, Zhevirn. Simplemente quiero información sobre quién es, qué hizo, y sobre todo, a dónde fue. — continuó ella, encogiéndose de hombros. — Así de fácil. Tú me dices lo que quiero saber, yo me voy, y vosotros seguís sacándole el dinero a la gente que viene a ver a unos matados que se creen Arcanistas. — Al oírla, Zhevirn soltó una carcajada. —¡Vaya con la Observadora! Me duele, me mortifica que hables así de este lugar tan distinguido.— respondió el Juez, con un dramatismo ensayado. — Pero en aras de evitar un conflicto para el que, francamente, no tengo ganas, te contaré todo lo que vi. — — Sabía que nos íbamos a entender. —
April 4, 2025 at 1:22 PM
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Casi, casi, 𝙘𝙖𝙨𝙞, llegamos al final.
— Sigues sin entenderlo, ¿verdad? — Su voz, apenas un susurro entre la tempestad de destrucción, resonó en los oídos de Arkanathor con una quietud imposible. El Tirano rugió, descargando un puñetazo contra el suelo que quebró la piedra en una onda expansiva. Un aura de energía oscura se desató a su alrededor, buscando envolver a Yuet, apresarla y aplastar sus defensas. Pero la Keth’Nar alzó una mano con un gesto apenas perceptible, y la energía del Kamai’Zar se disipó. Por un instante, Arkanathor se sintió torpe y rígido, como si sus fuerzas lo hubieran abandonado. — Shar’nne. — susurró Yuet. — Una de las primeras Manifestaciones que aprende cualquier Arcanista. Parálisis. — Su voz era una brisa suave, pero cargada de desdén. — Y me pregunto…has escapado de una prisión, pero, ¿podrás hacerlo otra vez? — sentenció, sus palabras teñidas de un halo provocador. El Tirano entrecerró los ojos, comprendiendo, demasiado tarde, lo que realmente estaba ocurriendo. Yuet no estaba luchando por resistir, o por desesperación. Estaba reteniéndolo. Cada movimiento de la Keth’Nar, cada desplazamiento preciso, cada Manifestación Arcana, no estaban hechos para vencer, sino para ganar tiempo. Arkanathor se quedó inmóvil por un instante, con una súbita claridad invadiendo su mente. — Tú... — siseó, su voz vibrando con furia apenas contenida. — Has tardado…pero finalmente parece que te has dado cuenta. — Yuet inclinó levemente la cabeza, con una ligera sonrisa en los labios. — Si quieres salir de aquí, primero tendrás que matarme. Y descubrirás que no soy una presa fácil, Arkanathor. —
March 28, 2025 at 11:07 PM
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Después de tantos años sin poder escribir nada decente, la verdad es que 2025 está siendo🔥🔥🔥
— ¿Has oído hablar del “Espejo Incompleto”? — La voz llegó como una corriente de aire, súbita y repentina. Iressa apareció desde uno de los pasillos laterales, como si hubiese estado allí todo el tiempo. Artelind no giró la cabeza. Solo cerró los ojos un momento. — No estoy de humor. — espetó, cortante. — ¡Perfecto! ¡Esa es la mejor disposición para jugar conmigo! — respondió Iressa, llena de anticipación. — ¿Qué tipo de monstruosidad has traído esta vez? — preguntó Artelind, sin saber muy bien si quería obtener una respuesta. Por toda contestación, Iressa sacó una baraja de la faltriquera que llevaba y la agitó como si fuera un abanico de cartas de amor prohibido. — Una baraja experimental. — dijo, con una sonrisa de oreja a oreja. — Ni una sola Manifestación ofensiva directa. Pero lo que sí tiene es una sinfonía de respuestas emocionales, espejos de percepción, sellos de inversión y...una carta nueva. — continuó, con su voz teñida de emoción apenas contenida. — Nunca la he usado. Tal vez me mate. Tal vez te abrace. ¿Jugamos? — La petición de Iressa sonaba casi como una súplica inocente. Artelind suspiró…pero no dijo que no. Y eso bastó.
March 24, 2025 at 8:58 PM
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La historia es, en cierto modo, un río. Un torrente de memorias y ecos del pasado que nunca deja de fluir, sin importar cuánto intentemos atraparlo entre nuestras manos. Pero hay ciertos momentos… ciertos nombres, que se convierten en piedras inmóviles en el cauce del tiempo. Momentos que no se desvanecen, ni se erosionan con el paso de los siglos. Faros en la tempestad del olvido, luces que guían a aquellos que aún tienen la voluntad de escuchar. Hoy, te hablaré de uno de ellos. La historia de una mujer cuyo nombre resonará en la memoria del Imperio de Iyanna, mi hogar, hasta el fin de los días. Una Emperatriz que se enfrentó a la encarnación misma del terror, que desafió lo inevitable con nada más que su voluntad férrea. Su guerra no fue librada con ejércitos. Su reinado no fue una conquista forjada con sangre y fuego. Su lucha fue el equilibrio, el delicado arte de sostener un Imperio que, por naturaleza, solo comprendía la fuerza y la guerra. Ella fue Yuet Stroud Shar, la séptima Emperatriz del Imperio de Iyanna. Y este…es el relato de su última batalla. Lo que te voy a contar no es simplemente el momento que marcó el final de una era. Es un testamento a la voluntad, al sacrificio, y a lo que significa proteger lo que amas. Quédate, y escucha. Esta es la historia de… La Emperatriz del Equilibrio, desafiante.
February 24, 2025 at 8:54 PM
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El golpe final fue limpio, preciso, casi soberbio. La hoja atravesó el pecho de Kanatha, y la Subyugadora dejó escapar un último suspiro, su sonrisa desvaneciéndose finalmente. Su cuerpo comenzó a disolverse en una nube de energía oscura, dejando tras de sí solo un leve rastro de cenizas que se mezclaron con los escombros de las ruinas. Eirissa se quedó de pie en el centro de la estancia. Sus alas se plegaron lentamente, cubriéndola como un manto protector, y cerró los ojos por un instante, dejando que el peso de lo que acababa de hacer se asentara. — Ella conocía mi verdad. — pensó. — Sabía bien quién soy en realidad. — Sumida en sus cavilaciones, apenas notó el ruido de los pasos de sus Ejecutores que entraban para asegurar la zona. Uno de ellos se acercó con cautela, inclinándose ligeramente ante la Keth’Nar. — La ciudad es nuestra, Alteza. — informó, su voz cargada de respeto y tintada por el cansancio. — Hemos ganado. — Eirissa no respondió de inmediato. Sus ojos recorrieron el espacio, los cuerpos, las ruinas, el eco de los gritos que todavía resonaban en su memoria. Finalmente, se dio la vuelta para contestar a su subordinado, con una inmensa tristeza en su rostro. — ¿Ganado? — murmuró — Esto no es una victoria. Es un recordatorio de lo bajo que hemos caído. — Sin más palabras, comenzó a caminar hacia la salida del santuario. El peso de la batalla aún estaba sobre ella, pero había algo más. Su determinación, aunque golpeada, seguía ardiendo con fuerza. Eirissa Stroud no era perfecta. Era dolorosamente consciente de ello. Pero por ahora, le bastaba con ser suficiente.
February 19, 2025 at 10:32 PM
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No puedo dejar de jugar al Infinity Nikki, HELP 😱
December 16, 2024 at 9:58 PM
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December 10, 2024 at 5:29 PM
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— Lo ves, ¿verdad? — continuó la Subyugadora, su voz impregnada de una dulzura venenosa. — Puedes pretender que nada te afecta, pero yo he visto tu verdad. Incluso ahora, mientras intentas luchar, esas imágenes te carcomen. ¿De verdad crees que puedes proteger a alguien cuando ni siquiera puedes protegerte de tu propia mente? — Eirissa asió la empuñadura de su guadaña con fuerza, y sus alas se desplegaron completamente, formando una barrera a su alrededor. Necesitaba recomponerse. No podía permitirse vacilar. — Necesitarás algo más que palabras para destruirme. — dijo con firmeza, aunque su voz tembló ligeramente. — ¿Destruirte? — Kanatha rió, un sonido bajo y gutural que reverberó en las paredes de aquel lugar maldito. — No, Eirissa. Tú ya estás rota. Lo único que hago es mostrarte los fragmentos. — La Subyugadora cargó de nuevo, esta vez con una velocidad que desafiaba toda lógica. Eirissa apenas tuvo tiempo de reaccionar, levantando su guadaña para bloquear las garras que se dirigían hacia su cuello. El impacto resonó como un trueno, y las fuerzas opuestas chocaron con tal intensidad que ambas fueron arrojadas hacia atrás.
December 9, 2024 at 10:52 AM
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“El primer linaje, los Hijos de Raishek. Líderes naturales, llamados a la grandeza desde su nacimiento, destinados a grandes propósitos. En toda la historia de los Keth’Nar, no ha existido ni uno solo cuya existencia no haya sido remarcable…ni tampoco uno que haya tenido un final apacible. La de los Hijos de Raishek es, sin duda, una dualidad trágica e inevitable. Brillan como estrellas, y arden como tales.” - Arlekh Barakhar, “Reflexiones sobre los Linajes Keth’Nar”. -
December 8, 2024 at 10:50 PM
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“El segundo linaje, los Hijos de Iltheia. Incapaces de matar o dañar voluntariamente a ningún otro ser vivo, y de tendencias marcadamente pacifistas y serenas. No obstante, sería un gran error confundir su pacifismo con cobardía o debilidad. Los Hijos de Iltheia son, probablemente, los Keth’Nar con el mayor instinto protector de toda su raza, y su afinidad con las Artes Arcanas es inmensa. A pesar de sus limitaciones, pueden cambiar el curso de una batalla sin derramar una sola gota de sangre.” - Arlekh Barakhar, “Reflexiones sobre los Linajes Keth’Nar”. -
December 8, 2024 at 10:46 PM
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Y cumpliendo mi amenaza anterior, aquí va una foto de la preciosidad que es mi Arkhellia 🥰 #mouse
Una ratoncita blanca regordeta y contenta, subida en el respaldo de una silla de ordenador. Tiene una expresión tranquila y casi sonriente.
December 5, 2024 at 12:22 PM