Alguien más documentado que yo, que me siento ya viejo y cansado (como el poeta), debería poner blanco sobre negro las identidades del destinatario y padrino de las millonarias comisiones del AVE Madrid- Zaragoza - Barcelona en tiempos de la boda de la hija del ínclito Aznar.

Por ser de justicia.

Su manifiesta inutilidad le empuja a intentar demostrar a los suyos, solo a los suyos, que quiere que le reemplacen ya, y su cobardía mentirosa de huida hacia delante, le impide dimitir; eso sí, mintiendo, injuriando y calumniando a todo lo que se menea a su izquierda.
Deleznable.

En el consciente, se trataría de actitudes valientes de reacción ante actos criminales e ilegales, cada vez más numerosos, en feudos fascistas.