Ah, una cosa. Educad a vuestros hijos en el esfuerzo, no en el resultado. Jode mucho.

Ayer vimos la de Malasaña, 32 y aparte de la evidente y pertinente crítica social, me afectó profundamente la desesperación del padre por no ser capaz de sacar adelante la familia. El fantasma era lo de menos. Era pelear contra el mundo a sabiendas de que perderás.

Mira, esto me pasó hace poco. Escribí el final de un capítulo y conecté tanto con la emoción propuesta que se me escapó una congoja.

Lo bueno de vivir en estos tiempos es que puedes decir a los normies eso de que es raro que no te guste la fantasía ni la ciencia ficción y ver si cara de no habérseles cuestionado nunca sus gustos. Y rematar diciendo: pues qué piel fina tenéis, majos. Que no se os puede decir nada.
Da gustito.

Bueno, amijos, como lo prometido es deuda, pues hoy os voy a contar la historia de la señora que montó reuniones semanales de bolleras en su club de intelectuales hasta que los heteros se quejaron, y luego siguió haciéndolo porque le daba todo igual. Hilo:

Se acabó Lego para Dick Van Dyke.

La privacidad ha muerto.

Un periodista lo demostró con unas gafas de IA: miras a alguien y aparecen su nombre, su trabajo y su rastro digital.
Sin permiso. Sin policía. Sin Estado.

No es progreso. Es vigilancia permanente.
La calle ya no es un espacio público.
Es un escáner.

Nunca escribiré para otros. Por cosas de la vida, la escritura es mi refugio y mi lugar seguro. Aquí no quiero que nadie me alcance. Si alguna vez publicó, cosa que dudo, pero no descarto, no será para otra cosa que para ganar dinero con mi esfuerzo.

¿Por qué vivimos agotados? Así lo explica Byung-Chul Han en ‘La sociedad del cansancio’

Toma jeroma, así como quien no quiere la cosa.

ENTREVISTA | @miquelramos.bsky.social conversa con Salomé Saqué.

«La extrema derecha siembra la confusión. Ahora hablan incluso de “fascismo de izquierdas”. O de islamoizquierdismo. Su estrategia es vaciar todo de sentido», explica la periodista y politóloga francesa.

Bueno, pues al fin hemos pasado de lo abstracto a lo concreto. Ha tenido que pasar algo malo, pero al final me quito ciertas incomodidades de encima y vuelvo a mis orígenes.
Usaré esto sobre todo para informarme, pero también me conozco y no me sé estar callado, así que ya me leeréis.