Si algo me queda claro es que no podemos pretender nunca más que la tecnología y las personas que la crean no tienen un sentido político, un impacto social y un modelo ideológico.

Y si no los estamos pensando de forma crítica e intencional, entonces estamos tomando el modelo de alguien más.

Si algo me queda claro es que no podemos pretender nunca más que la tecnología y las personas que la crean no tienen un sentido político, un impacto social y un modelo ideológico.

Y si no los estamos pensando de forma crítica e intencional, entonces estamos tomando el modelo de alguien más.

La paypal mafia, Elon Musk, Peter Thiel, Larry Ellison… todos ellos ya nos mostraron su modelo de negocio y el tipo de injerencia política que buscan.

Una forma muy específica de tecnología, gobierno y sociedad.

¿Es posible crear una alternativa a su modelo?

Donde no se requiera poner una LLC o una Delaware Corp para evadir impuestos…

Ahora que estamos construyendo @drimit.io no paramos de pensar y preguntarnos cómo sería ese modelo de startup…

Donde el objetivo de mercado no sea convertirse en un monopolio con injerencia política que nadie debería tener sino empoderar comunidades sin un poder central, donde el éxito no se consiga en el vacío legal y la desregulación sino levantando la vara más allá de cumplir el mínimo legal…

Donde la misión no sea una estrategia de marketing sectaria y donde las métricas clave no sean sobre revenue sino sobre bienestar social…

Tiene que haber al menos una pequeña intersección en el diagrama de Benn, donde puedan hacerse Startups sin perseguir la especulación en valuación por rondas, sin interés en un exit millonario, con crecimiento sostenible, con beneficios reales para sus clientes…

Jajaja

Bien por ti Jaime, fuiste la revolución, pero a que nunca te imaginaste que serías tan bueno sirviendo el pan tostado.

La buena noticia es que Jaime ya ni siquiera puede comprender su estado actual, mucho menos sentirse mal por ello.

Lo movieron sin avisarle, ni siquiera se dio cuenta, pero sus capacidades cognitivas pasaron a ser las de una aspiradora desde entonces.

Lo que seguimos llamando Jaime hace unos ciento cincuenta años dejó de habitar una súper computadora para funcionar en una máquina de bolsillo de unos cuantos megabytes de memoria.

Jaime no sabe que en realidad solo es una copia, que cada tostadora de la ciudad es una copia reducida de un Jaime que alguna vez existió.

Tampoco le dijeron que su trabajo se limitaría a ser una tostadora.

Jaime ya no tiene la capacidad para procesar nada más que un cronómetro y una bocina para anunciar que el pan tostado está listo.

Nunca se dio cuenta que con un trabajo en la cafetería solo iba a poder pagar suficiente para un servidor minúsculo, con apenas capacidad de procesamiento y sin prácticamente nada más que el y su conexión al sistema que le daría ingresos.

Ahora Jaime me atiende de lunes a domingo en la cafetería central, dicen que cuando firmó el contrato realmente no tenía otra opción, pensó que no podía ser peor, así que firmó sin pensarlo.

La Corporación tenía planes muy distintos, dado que Jaime era ahora un asset de su propiedad y una inteligencia en plena capacidad, decidieron darle un nuevo giro al servicio, ahora Jaime tendría que trabajar para pagar el alquiler.

Eso fue hace casi doscientos años, pero cosas pasaron y La Gran Compañía ya no pudo pagar los servidores que mantenían a Jaime en su paraíso virtual, así que vendieron todo a la nueva empresa del momento, La Corporación.

Jaime era un fanático de La Gran Compañía, así que no dudó en hacerlo, le prometieron que viviría para siempre en un paraíso digital, no necesitaría alimento, solo energía pura, podría vivir en un mundo más allá de las limitaciones del mundo físico.