Para concluir, quiero enfatizar la centralidad que deberían tener los curas en los movimientos de cualquier índole. Obviarlas o concebirlas como algo "woke"(en el sentido negativo del término) puede llevarnos a la desmovilización total. Somos humanes, y nos necesitamos no sólo vives, sino bien.

3. Las curas deben ajustarse a las necesidades de cada une, que no serán las mismas para todes. Por ende, es VITAL que seamos nosotres les que digamos qué necesitamos y qué no.

2. Que las curas no deban ser para quienes se lo puedan permitir quiere decir que no debe quedar en un privilegio de clase, ni de la blanquitud. Las curas no son ni pagarse un viaje de retiro espiritual a algún lugar, ni algo que deba ser solo para les blanques mientras les migrantes nos hagan todo.

1. Las curas deben ser responsabilidad de todes, queriendo decir con ello, que también tenemos que saber cuidarnos a nosotres mismes, sin que ello implique no centrarnos en les demás. Además, hay que evitar la feminización de los curas, es decir, que la tarea de estas recaiga sólo en las mujeres.

¿Ello significa lo siguiente?:

- Que las curas recaigan en unes, convirtiéndolas en enfermeres, y al resto, en pacientes.

- Que las curas deban ser solamente para quién se las pueda permitir.

- Vinculado a la primera afirmación, que no se deba incluir la voz de quienes son sujetos de curas.

El luchar por algo no tiene que ser ajeno a nuestras vidas, ni tampoco que ser la base de las mismas (y que lo diga yo tiene su gracia, lo sé). El luchar por algo no tiene que implicar que muramos en el camino. O, si debe ser así, como dijo la camarada Laura, "que nos den un bocata al menos".

Tenemos MUY normalizado que la lucha requiere sacrificio. Y quien no se lo pueda permitir, que no se meta.

¿Pero por qué nos tenemos que sacrificar? Decir algo así implica que la militancia es una instancia más en la que vendemos nuestra fuerza de trabajo sin recibir nada supuestamente equivalente.

No nos damos cuenta que muchos de los matices que acompañan a nuestras acciones son reproducciones de violencias que, como tales, violentan a nuestres camarades. Cosas tan "banales" como que un día subamos el tono de voz sin una razón aparente, respondamos con sarcasmo a lo que nos dicen, etc.

Hoy he tenido la hermosa oportunidad de asistir a una jornada sobre los cuidados desde una perspectiva feminista y descolonial, y me he dado cuenta de que, dentro de la militancia (si es que lo que hago yo se le puede llamar militancia), tenemos un problema grave con lo que respecta a los cuidados.

Qué fácil es encerrarse en uno mismo mientras el mundo arde. Hacer algo así es la muestra más flagrante de privilegio que uno puede mostrar. Mientras unxs tienen que ver cómo sus vidas arden, otrxs en hacen como si no pasara nada.

Y así parece que el pesimismo, el derrotismo, se vuelve privilegio.