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FIN.
FIN.
Mobei-jun, como era de esperar, no respondió. Para Shang Qinghua no pasó desapercibida la mirada calculadora del demonio, pero prefirió no hacerle caso. En vez de ello, abrazó a Mobei-jun y cerró sus ojos.
Mobei-jun, como era de esperar, no respondió. Para Shang Qinghua no pasó desapercibida la mirada calculadora del demonio, pero prefirió no hacerle caso. En vez de ello, abrazó a Mobei-jun y cerró sus ojos.
—¿Eh?
—Compra otra casa.
Shang Qinghua rió con nerviosismo.
—¿Eh?
—Compra otra casa.
Shang Qinghua rió con nerviosismo.
—Mn.
—Ehhh… supongo que ya me enteraré después. ¡Oh! Ahora que estás en este lugar, ¿qué te parece si te muestro algunos lugares divertidos? Hay un parque de diversiones al que fui una vez.
—Mn.
—Ehhh… supongo que ya me enteraré después. ¡Oh! Ahora que estás en este lugar, ¿qué te parece si te muestro algunos lugares divertidos? Hay un parque de diversiones al que fui una vez.
—¿Entonces él también está en este mundo?
—Sí.
—¿Entonces él también está en este mundo?
—Sí.
—¿Cómo lograste llegar hasta acá?
—¿Cómo lograste llegar hasta acá?
—Y yo te esperaré siempre.
—Y yo te esperaré siempre.
—¿S-sí?
—Te seguiré a cualquier mundo al que vayas.
—¿S-sí?
—Te seguiré a cualquier mundo al que vayas.
—No, supongo que no tan diferente.
—No, supongo que no tan diferente.
¿Y qué decir ante eso? Al final, pensó Shang Qinghua, él siempre fue él mismo, incluso en el otro mundo. En su versión de la historia no hubo un Shang Qinghua original: todo el tiempo se trató de él.
¿Y qué decir ante eso? Al final, pensó Shang Qinghua, él siempre fue él mismo, incluso en el otro mundo. En su versión de la historia no hubo un Shang Qinghua original: todo el tiempo se trató de él.
—Tu nombre… —comenzó el demonio.
—¿Eh? ¡Ah! Aquí me llamo Xiang Fei.
—Tu nombre… —comenzó el demonio.
—¿Eh? ¡Ah! Aquí me llamo Xiang Fei.
—Hm. Mi nombre real no es Mobei-jun.
Qinghua sonrió.
—No, no lo es.
—Hm. Mi nombre real no es Mobei-jun.
Qinghua sonrió.
—No, no lo es.
—Tus ojos son los mismos.
Xiang Fei sintió que sus mejillas se coloreaban, pero sostuvo la mirada de Mobei-jun.
—Tus ojos son los mismos.
Xiang Fei sintió que sus mejillas se coloreaban, pero sostuvo la mirada de Mobei-jun.
—Qinghua es Qinghua —dijo Mobei-jun al cabo de unos segundos.
—Qinghua es Qinghua —dijo Mobei-jun al cabo de unos segundos.