Uf, tuve esa experiencia hace 10 años. Luego un día decidí regalar casi todo, me he dejado un sólo estante con unos 50 o 60 libros que tengo en vistas de leer, o que uso para investigar. Mi vida es tan liviana desde entonces!

Me gustó mucho también, aunque lamentablemente adiviné algo del final casi al principio y eso le quitó pimienta

Antes de leer, pensé que eran salchichas y me dió hambre... Pero ¿¡Frutillas!? Creo que no es lo mío, si hasta le quitó las pasas de uva a las empanadas santiagueñas.

Tres consejos no pedidos:
1. hacer algún ejercicio, para cansarte mucho.
2. yoga para bajar dos cambios (hay clases completas en Youtube).
3. cambiar lo que lees en redes. A veces nos llenamos la cabeza de blabla y el cerebro no puede procesar tanto...

Que los bibliotecarios escribían todos los libros de la biblioteca 😆