(10/10) Sí, estoy frustrada y decepcionada muchas veces por la falta de oportunidades, pero las palabras de cariño de los lectores hacia mí y hacia mis historias, es lo que verdaderamente importa.
Y yo me quedo con eso.

(9/10) Dentro de todo lo malo, me siento afortunada porque, cuando publiqué, lo hice gracias al apoyo de muchas personas. Los dos títulos están gustando a los lectores y eso es algo maravilloso.

(8/10) Y, dada mi experiencia, una edición tradicional, tampoco asegura nada, ni un espacio en librerías ni, curiosamente, movimiento alguno de la propia editorial.

(7/10) Para 2024, si todo sale bien, tengo la intención de publicar 2 títulos. Uno me gustaría que fuera con una editorial tradicional y el otro autopublicación.
Me da mucha rabia que el segundo no vaya a tener (inicialmente) su lugar en muchas librerías.

(6/10) Lo mucho o lo poco que haya conseguido (ventas privadas, presentaciones, entrevistas firmas…), todo, absolutamente todo, ha sido porque yo me he movido o porque particulares me han echado una mano. No han hecho nada, salvo no llevar las regalías al día (sarcasmo).

(5/10) De la editorial mejor no hablar. Estaba contentísima con ellos. Durante la campaña y la edición, me sentí apoyada y tenida en cuenta. Además de disfrutar de ello, el personal de la editorial que me acompañó en esas fases, fue de 10. Una vez que publiqué, se acabó.

(4/10) Y la cosa no va sólo de librerías.
En mi trabajo, querían adquirir también ejemplares para su biblioteca. Como tienen cuenta con la librería de antes, dicen que no se los venden, que los done yo. Ojo, esto después de haber recibido CERO apoyo por su parte.

(3/10) Otra librería me ofrece ir a firmar ejemplares de la novela y de «Historias de Navidad».
Poco después me dice que, por planificación, no será posible.
Hoy me he enterado de que ha sido para poner en mi lugar a otro autor que tiene más fechas acordadas.

(2/10) Gracias a que un lector iba a adquirir un ejemplar de la novela, me entero de que una librería se niega a vender mi título porque pensaban que era autopublicada. Cuando les explico que no es así, responden que mi editorial es pequeña y tampoco.