A veces voy
y le robo los versos al atardecer
y me hago un poema
de sueños …

Soy creyente.
Creo
en las hojas del viento
y en sus danzas.

Creo en el mar,
las ramas del agua, sus frutos de nácar.

Creo
en los bosques de palabras
sus raíces de alma.

Creo
en los cambalaches de sus ojos
y mis miradas.

Creo
en el amor todopoderoso,
en los cuentos de hadas
temblando en la piel..

[Te siento en mis labios
como si aún estuvieras
adherida a ellos,
con tu sabor a beso recién soñado]

Atardece. Atardecemos.

Hacer surf con las palabras, dijo el loco, es peligroso, te puedes ahogar…

Y entonces llegó el mago
y en un abracadabra
hizo que la lluvia floreciera…

Huele a lluvia.

En el cielo crecen campos de algodón.

Los paraguas sonríen.
Las sombrillas tristean.

Algunos peces bailan
entre las las ramas del agua.

Reverdecerán, quizás,
los campos en las lejanías.

Los árboles sueñan
con bañarse en un mar vertical…

Atardece,
el cielo se la llenando
de aves doradas
y nubes asombradas…

A la gala del cielo,
azul, luminoso, marinero,
le han salido
unos volantes blancos
como collares de espumas,
azucenas de encaje,
sedas de estío,

quizás, amores soñados
que se lleva el viento…