fantasía por la que se le hacía irresistible la idea de aceptar la propuesta del pirata. Lo tenía ahí mismo, tan desnudo como él. Le tomó de la mano y se la acarició por el dorso de forma suave e íntima.

"Quizás... tenga una idea."

<<Qué estoy haciendo... verle desnudo me hace perder la razón...>>

como era, con sus defectos y virtudes, virtudes como el encanto que tenía y que descubrió mucho más tarde, cuando dejó de juzgar con sus ojos al macho que tenía al frente.

"E-Entiendo... quizás si surge...."

No había por qué negarlo: un baño con aquel hombre era una oportunidad, una >

"Hm..."

Seguía teniendo ese pirata el tono altivo con el que le costaba lidiar en ocasiones. Hacerle saber al capitán que estaba cediendo era algo que a este no le hacía mucha gracia.

Pero debía dejar el orgullo a un lado. Al fin y al cabo no podía ni pretendía cambiar a Morgan; le gustaba tal y >

el mismo error que los demás hacían con él, y era prejuzgarlo. Morgan no se merecía eso, y por ello se dirigió hacia él y se posicionó tras su espalda, desnudándolo de forma suave, cercana, íntima.

"Déjame compensarte por mi mal comportamiento..."

que pese a la relación entre ellos, Sajin tenía aún recelos de Morgan: su personalidad tan explosiva y carismática chocaba contra la circunspecta y formal del capitán. Víctima de muchas de sus "bromas", provocó en el segundo que sospechara de cada palabra, cada acción... Pero estaba cometiendo >

"Hmm..."

Quizá, pensó, que sería la ocasión para tratar de conocerlo mejor, y por qué no, para aprender a relajarse también.

"Está bien, te lo dejaré esta vez a ti."

Para demostrar sus palabras lo miró con un brillo de sinceridad en sus ojos, de cuerpo expuesto y vulnerable. Debía de admitir >

se desnudó por completo frente a los ojos de Morgan, algo avergonzado aún recordando su primer encuentro íntimo entre ellos.

"I-iré preparando el agua caliente, ¿sí....?"

pero al menos sabía de su personalidad picaresca. Sabía que no le gustaba ciertas bromas y aún así las provocaba, y provocaba al capitán.

Y al capitán le provocaba que le provocara.

"Hm... bueno, no es necesario que respondas. Confiaré en ti."

Fue el primero en reincorporarse de la cama y >

Detuvo sus roces.

"¿Un baño?"

La verdad es que debería de haberlo hecho en la Sociedad de Almas cuando acabaron la misión. Se encontraba más cansado que con el deseo de ducharse, pero compartir un baño con Morgan...

"¿Y no harás algunas de tus pillerías...?"

No lo conocería de toda la vida >

"Soy todo oídos. Esperemos que no sea alguna de tus travesuras......"

Era un gozo sentir la respiración de Morgan en esa mano que lo acariciaba.

él en la cama, volteado hacia su lado y cabeza sobre su propio codo. Una mano intrusa acariciaría el pecho descubierto de su pirata, jugando en especial con esa cadena que colgaba de sus pezones. Un adorno demasiado estrafalario pensaría el capitán, pero que le quedaba muy bien al primero. >

"No sería semejante presión. No deberías subestimarme, Morgan."

Aunque no negaría que era sugerente sus otras ideas. ¿En qué estaría pensando? Era un hombre impredecible; quizás el único al que temería volver a enfrentar. Tal curiosidad infundió en el capitán que lo hizo acercarse un poco más a >

heridos, mas agradezco que no cayeran en combate."

Y todo debido al resultado del arduo capitán que pudieron acabar la misión sin una baja.

Aunque ahora, centrado en eso último...

"Y no... No vengo cansado, si 'eso' quieres conmigo..."

No podía engañarse: tenía a su lado a un donjuán.

De hecho, se mantuvo en un tenso silencio tras la intervención de Morgan. No era muy entusiasta de su humor pero era gracias a sus encantos que siempre lo dejaba pasar.

"Fue un día difícil. Durante unas incursiones sufrimos el ataque de un Menos Grande y varios de mis hombres resultaron >

pirata. Era reconfortante estar a su lado.

Al final volvió con él, siempre vuelve con él. Cada noche, cada día.

"Ya estoy aquí. Cómo te fue."

"Hm..."

Aquel comentario le hizo apenas sonrojarse pues era bastante cierto: volvería a él.

Así pues, a la medianoche regresó al camarote del capitán que compartía con Morgan desde que se unieron por primera vez. Se desvistió y quedó solo con su kimono negro, libro en mano y tumbado al lado del >

"... Siempre jugando conmigo..."

Su sonrisa era encantadora.

"No tengo tiempo para estas cosas; debo ir a patrullar."

"...."

No se inmutó y le correspondió la mirada.

"Qué haces..."