Mi lugar feliz está siendo la mano que le agarré a imitar la calidad de mi hamburguesería preferida y replicarla en casa cada vez que mi ánimo tropieza con la realidad.

Me salió una planta de zapallo guacho en la obra y la dejé.
Hace unos días cosechamos zapallo de plomo. Especial para hacer zapallos en almíbar. Les falta madurar, todavía no tienen su característico color gris. Salieron 8, todos de mas de 10 kilos.

Esta soy yo, exhibiendo orgullosa todas las coquitas que no me tomé con un fondo psicodélico que le da prestigio a la toma.

Vengo a recomendarles "El secreto del río". No puedo decir mucho más, porque sería redundante, pero conociendo los gustos literarios que tenemos por acá, esta serie es un bálsamo ante tanta porquería on demand.

Mi amiga Amanda fue a un congreso en Estocolmo y resulta que en Suecia se estila mucho decorar los hoteles como salas de escape de Palermo.

Todo sensual.

Tan cerca que perdí la capacidad de razonar y pedirle una foto.

Qué país tenemos, por favor

Con esta cara me caga a mordiscos los tobillos de noche.

El vividor.