‹ Contuvo una sonrisa ante la caricia, aunque sus labios temblaron en el intento. Llevó una mano a su cintura, en un gesto casual—.

¿Qué crees que es, entonces? ¿Una distracción? Tampoco se están esforzando mucho.

—Las coincidencias solían ser escasas en aquel ámbito de trabajo, aunque también era cierto que había más de un descerebrado con aires de grandeza que se creía capaz de poder escalar rápido y sin obstáculos en el camino.

Dejó el trapo sobre la mesa, aunque no se molestó en apartarse. ›

‹ subestimas su inteligencia. Aunque les convendría captar el mensaje.

‹ Limpió su rostro con un cuidado practicado; aquello sucedía bastante a menudo, aunque a Mattia no le importaba tener que librarse de la sangre. Había tareas mucho más engorrosas—.

Si nada más llegar han decidido que el mejor movimiento era ir en tu contra, igual ›

—En el tiempo que llevaba trabajando para ella, había memorizado los matices de sus expresiones, y se sentía bastante satisfecho al saber que había algunas que reservaba para cuando estaban los dos solos.

Apretó su mano un segundo, antes de hacerse con el paño e inclinarse sobre ella. ›

‹ antes siquiera de ponerse en marcha—.

‹ pero fácil.

—Se paró justo frente a ella, y extendió la mano en un ofrecimiento para que le diera el trapo y poder ser el quien la limpiara—.

La próxima vez, podríamos ahorrarnos toda esta parafernalia.

—Si hubiera estado allí, quizá podría haber descubierto las intenciones del chófer ›

—Alzó la mirada despacio cuando se giró, deteniéndose en su rostro; no había sorpresa en su expresión, aunque esta se crispó un segundo, hasta que pudo comprobar que era toda sangre ajena. Se impulsó con parsimonia, acercándose a ella mientras la escuchaba—.

Al menos lo ponen fácil. Aburrido, ›

‹ se había entretenido siguiéndola con la mirada—.

¿Cómo de mal ha ido?

‹ empezó a escuchar ruidos en el apartamento no fue consciente de que la mujer había vuelto.

Fue derecho a la cocina, donde le parecía que había movimiento. Se apoyó en el marco de la puerta, frotándose los ojos, y con el pelo revuelto de recién levantado. Tardó un momento en hablar; ›

—Se le había hecho extraño no acudir a aquella reunión, pero había asumido que Azura tendría sus razones para mantenerlo al margen en aquella ocasión. Hasta entonces había estado esperando, simplemente, sin hacer demasiado. De hecho, se había quedado medio dormido, y hasta que no ›