Los cuidados son una forma de trabajo socialmente necesaria y esencial, y precisamente por eso no pueden quedar relegados principalmente a la esfera privada y darse de forma precaria, invisibilizada y mayormente no remunerada.

además de una revalorización y (parcial) socialización de los cuidados.

Algunas propuestas históricas del feminismo socialista: servicios de comedor, guardería y lavandería públicos y gratuitos, en manos de trabajadores públicos bien remunerados.

Los feminismos con perspectiva de clase siempre han puesto el foco en reclamar, para todo el mundo, una verdadera conciliación entre la vida y el trabajo. P.ej, una reducción por ley de la jornada laboral (sin recorte salarial) para disponer de tiempo para cuidar (y para el ocio)

El feminismo que piensa en el 99% de las mujeres no está reclamando que tú puedas ser una ejecutiva agresiva y romper el techo de cristal mientras las más vulnerables cuidan “en tu lugar” desde la inseguridad y la precariedad laboral, quedando atrapadas en el suelo pegajoso.

Ni todo el mundo está preparado (y en parte tiene más que ver con saber mantener la calma o emplear ciertos cógidos que con la formación política en sí) para confrontar a estos voceros de la ultraderecha, ni todos los formatos o espacios son los más propicios.
Algunas veces, sí, es una encerrona.

El ciclo político anterior nos ha dejado delulu a las gentes de izquierdas si de verdad creemos que tenemos el poder de dar o quitar la palabra a todo un ecosistema de creadores y medios aupados por partidos y lobbies, o que “no dignificar su discurso con una respuesta” les detenga.

¡Dicho lo cual!

¿Se derrota a la ultraderecha a golpe de debate en YouTube? NO.

Pero la gente joven se politiza hoy en redes. Y no responder a los voceros virales de la ultraderecha no es “negarse a darles un altavoz” (ya lo tienen, ya se han colado en el mainstream) sino regalarles el monopolio de la palabra.

La causa palestina marcará un antes y un después. Y quienes hoy ridiculizan y desprecian toda iniciativa pro-palestina para “no claudicar” ante “la progresía woke y su buenismo” en una guerra identitaria, porque creen que toca ser cínico, desapegado y “edgy”, se arrepentirán durante años.

Me gusta la instrumentación y la mezcla, me gustan las melodías (aunque algunas están *demasiado* inspiradas en canciones de los 70 y 90, hay una línea entre homenaje y pastiche), y creo que los primeros 3 temas son los mejores del disco. Las letras me distraen y me parecen las peores hasta la fecha

Consideraciones políticas aparte, he defendido el talento lírico de esta mujer (creo que durante una época los críticos musicales la infravaloraron al asociarse su marca personal a las chavalas adolescentes), y cada vez me lo pone más difícil.

Lo peor es que la PRODUCCIÓN del último disco es buena.

No, ninguno esperamos que “Greta Thunberg en un barco”, como algunos lo caricaturizan, ponga per se fin a décadas de colonización, limpieza étnica y apartheid.

No se busca un único gran gesto aislado (como Hollywood retrata los hitos de los movimientos sociales), sino un efecto dominó.

“Entonces, ¿no era para traer ayuda humanitaria?”
Sí, pero se sabía casi imposible por ahora. El objetivo era abrir la veda: el Mikeno sienta un precedente.

De 50 barcos, uno ha estado cerca. Y por eso mismo, ahora zarparán muchos más.

Sólo cuando algo deja de ser impensable se vuelve posible.

“4 manis no cambiarán el mundo”, pero si la presión popular es constante, si se organizan de forma efectiva campañas de boicot masivas (no sólo a productos; también a eventos), quizás el coste económico y electoral de seguir auspiciando un genocidio se vuelva inasumible hasta para los más cínicos.

No he estado muy activa 🙆‍♀️