No tenía pruebas directas porque no era amigos pero le había llegado que uno grababa sus encuentros sexuales sin el conocimiento de las chicas y luego les mostraba los vídeos a los colegas. Me quedé en shock porque lo que nos contaba básicamente es que los tíos del pueblo saben cuáles son agresores.

Lo que yo decía: Vaya puta ful de mani. Ni muñequitos de Begoña, ni carteles escritos con rotu en cartones, ni coreografías...

Vamos, que los másters están a lo otro y se ha notado un huevo.

No existe la “polarización”. Existe gente que quiere destruir todos los derechos conseguidos y gente que se niega a ir para atrás y por eso los defiende. Dejad de usar ese término estúpido y engañoso.