Puede que me diera hiperfijación y vaya a metro por media hora. Solo puede

Se me mueren y no tengo sitio

La verdad que si. También tengo mucho tema eco. Solo me faltan las plantas

Si eres una super star!

Ahora, huevos colgantes, quien lleva desde hace un rato trabajando en silencio, ha tomado el papel de informador a los especímenes jovenes de la manada. De vez en cuando exclama: pesa mucho.

Y seguimos avanzando: los especímenes jóvenes demuestran tener menos luces que un barco pirata, porque llevamos todo el trayendo con el tema puerta y siguen llegando jovenes machos a preguntar: ¿no va?.

Última hora, huevos colgantes ataca de nuevo, parece que el diagnóstico prosigue, comenta que intentará abrir la puerta e hincha el pecho ante el joven compañero.

Y al sujeto avispado, que actúa como informador se le une el señoro de huevo colgantes que comienza a intervenir, pasa ndo del consabido, no va, del espécimen joven. El apolillado mecánico masculla un diagnóstico y parece que se ha rendido.

Y aquí, en directo, tenemos al nuevo incauto, este espécimen gime mientras intenta abrir ¡y se comunica con el otro lado! La conversación ha sido breve y directa, pero totalmente inesperada: no va. ¿No va?. No, no va.

Los comentarios de los expertos mecánicos han ido del: vaya, pues no va, al no va, ¿eh? No va.

Estoy esperando al experto que traiga su caja de herramientas, se arremangue y diga: esto lo arreglo yo.

Se han apiñado por turnos, que son todos muy respetuosos, y han comenzado el toqueteo: pulsa aquí, golpea allí, vuelve a pulsar allí por si acaso ahora va que le he dado dos caricias al cristal, y todos han soltado comentarios semejantes en voz alta y con tono de derrota

Me quedó tan bien.

“Hay como una puerta de m correderas que separa el hueco entre coches de la zona de asientos, pues es la que no va hoy.

Me siento como los de los documentales observando al señoro manitas, ese que todo lo sabe y todo lo diagnostica, intentando abrir la puerta del coche dos.