Hay tantas redes que se parecen a Twitter pero ninguna no lo es… que se me olvida pasearme por aquí.

Y en ese discurso sobre la inmaterialidad de la representación artística, nos hemos de encontrar todos, mirando un genocidio a través de nuestros dispositivos móviles y decir: “La explosión en la pantalla no lastima”. Y así, desdibujarnos de una realidad porque ya no la distinguimos de la ficción.

Si no estás presente ¿Cómo puedes amar? ¿Tienes tiempo para amar?

Me vine para este lado. Ni muy tarde ni muy temprano.