ni racimos de amor componen mi poesía.
Al concluir la festividad
apago las velas y me retiro con decoro.
Mis pasiones son mi propiedad,
y de quien ilumina mi alcoba.
No es un mero desvarío,
sino el último tango reservado.
Para que no llore el anhelo
en las noches frías.
ni racimos de amor componen mi poesía.
Al concluir la festividad
apago las velas y me retiro con decoro.
Mis pasiones son mi propiedad,
y de quien ilumina mi alcoba.
No es un mero desvarío,
sino el último tango reservado.
Para que no llore el anhelo
en las noches frías.