Quer dizer que ela mesma alertou sobre a ascensão da extrema direita?

Pido conciencia. Pido que artistas con tanto alcance no usen su voz solo para vender, sino también para recordar que hay vidas en juego. Que Palestina no es un tema lejano. Que el lujo no debería celebrarse sobre el sufrimiento ajeno. Espero que algún día hable. Porque su silencio, hoy, duele.

“Protejo mi energía” se convierte en excusa para no ver lo urgente. Ella no teme por su casa, su familia, la comida, la renta, o su identidad. Desde su privilegio, elige qué dolores le afectan. Mientras, familias son desplazadas por la fuerza y no tienen dónde refugiarse.

Esa base de fans acrítica recuerda dinámicas peligrosas: regímenes autoritarios también construyen seguidores vendiendo narrativas únicas. No digo que Taylor sea fascista, pero su estrategia refuerza una lógica de devoción sin cuestionamiento.

No le cuesta usar símbolos de resistencia como mercancía, pero su compromiso termina donde empiezan sus ingresos. Lo que mueve no es la ética, sino la lealtad de fans convertidos en una máquina de consumo. La admiración se mide en ventas, lo que puedes comprar, no en solidaridad.

Es frustrante que use causas progresistas, feminismo, LGBTIQ+, para conectar con ellos, pero solo cuando no afecta sus ganancias. Otros artistas, como Bad Bunny o Billie Eilish, arriesgan fans al alzar la voz. ¿Por qué ella elige el silencio?

No causa bombardeos, pero vive en un sistema que los financia y los tolera. Su lujo está sostenido por estructuras coloniales. Celebrarlo sin crítica es normalizar la opresión. El arte no es neutral: o cuestiona o reproduce el orden.

Lanzar un álbum “divertido y evasivo” que celebra lujos es profundamente insensible. ¿Cómo glorificar jets privados si millones no tienen acceso a comida, agua o refugio? No podemos mirar su mundo como espectáculo, desde su blanquitud y riqueza, mientras Palestina está siendo exterminada.