El jodido curso de la vida. Y el jodido cáncer, que hasta esto corrompe. Es la antítesis de tantos verbos — querer, tranquilizar, esperar —, opuestos y pasivos ante él. Tantos verbos, menos dos: resistir y acompañar.

Somos tu red, Kirian. Te esperamos al otro lado. 💛💙

Como todos los años, toca el textín constitucional. Feliz año, mi gente. Vamos a por más. 🫂

2025, te toca. 🥂

Cómo explicar el carácter de este Valencia sin Hugo Duro.

Constante en los desmarques, en los duelos, en cada chispa, y en los movimientos sobre Natan-Bartra. En los tres últimos goles, condiciona la última línea, aprovecha el intervalo, y genera situaciones de valor gol. Tremendo.

Hay guionistas que no escribirían relatos tan simbólicamente justos como el del gol de César Tàrrega. El destino a veces es así.
Entre el caos del balón parado del Betis (otro día más), con lágrimas aún en su mejilla, la identidad del pueblo valenciano iba subida a ese remate.

El comportamiento hacia La Revuelta no es solo una cuestión de ética de trabajo ni de competencia profesional. Es la evidencia de una actuación ajena a la dignidad humana.

Fijarse en el trabajo ajeno antes que en el propio es síntoma de inseguridad y, sobre todo, de una incompetencia moral súbita.

Para alguien que no vivió la época en la que "todo Twitter era campo", pero que sí ha vivido la degradación moral de su espacio, resulta curioso observar las nuevas dinámicas que se están generando aquí.

Una ínsula de voluntad, de nuevas valentías, miedo, pero sobre todo, de visión constructiva.