Perdón... pensamiento de una Marika vieja, neurodivergente, depresiva y solitaria un domingo por la tarde, porque es cierto que los domingos.

Y ojo, es pura autocrítica que vuelco al resto de la comunidad.
Muchas estamos en una, tuvimos historias de terror que siguen doliendo y contra las que todavía batallamos.
¿Y si realmente nos cuidamos más, nos abrazamos, nos damos amor y contención y abandonamos la lógica de las redes sociales?

Repetimos una y mil veces la salida es colectiva, para terminar discutiendo que minoría es la que se merece el top de agenda.
Por cierto ¿sinceramente alguien duda que son les compañeres del colectivo trans/travesti?

Nos amamos infinito punto rojo, "ami sos lo mejor, ami te amo para siempre", y después pasa el tiempo, no nos entendemos y elegimos la distancia en el mejor de los casos, el gostheo en el más cruel de ellos. Sin quererlo, hemos construido un sistema de castas.