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El Kinkakuji, el Pabellón de Oro de Kioto, fue devorado por las llamas una noche de 1950, tras ser incendiado por un monje budista que parecía haber perdido la razón.
Cuando confesó, dijo que lo hizo movido por la «envidia de la belleza» que caracterizaba al templo.
El Kinkakuji, el Pabellón de Oro de Kioto, fue devorado por las llamas una noche de 1950, tras ser incendiado por un monje budista que parecía haber perdido la razón.
Cuando confesó, dijo que lo hizo movido por la «envidia de la belleza» que caracterizaba al templo.
—Caspar David Friedrich.
—Caspar David Friedrich.
—Henri Rivière.
—Henri Rivière.