Ayer salió un número especial de Ichan Tecolotl, revista del CIESAS, en memoria de mi mamá. Escribimos mi hermano y yo, y un montón de amigos suyos, sobre ella y sobre su trabajo. ichan.ciesas.edu.mx

Lo que hay que ver: el privilegio de escuchar a Chrissie Hynde en vivo.

Sé quién escribió el ensayo, pero no quién habla.

Cosas del autocorrector: obligarte a escribir sacarina en lugar de zacatona.

¿Old? ¿Pero así de old?

Atajo comunicativo: decir “vender” o “comprar” en vez de convencer.

Cosas de la UAM X.

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#CFP
Se prorroga la convocatoria "Constructores, disidentes, marginados y perseguidos en América Latina y el Caribe, siglos XIX y XX", hasta el 23 de marzo de 2025.
Revista "Política y Cultura" de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, CDMX.
polcul.xoc.uam.mx/index.php/po...

Habla Fischerman: que la utilización de samplers y procesamientos electrónicos del sonido se considere ausencia de instrumentos, es una postura (por lo menos) conservadora.

Hablando de Zotero, ¿hay algún atajo con el teclado para llamar a la función de cita cuando trabajas en word?

Los que se salen de Tuiter son los que le dicen equis.

Matanga

Vine a Guadalajara a comerme un lonchi bañado. Queremos tanto a la tía Gemma.

Este inicio:

“Mamá se arrojó por la ventana de un cuarto piso once años antes de tenerme. Papá solía estar más fuera que dentro, como un perro callejero, pero esa vez fue el principal testigo de lo que pasó. Ayer, sesenta años después, hablamos por primera vez del tema con mi hermana Laura. Ella

Vine a Perisur por unos mandados. Para no dar la vuelta en balde así nomás, me quedé un rato a leer y tomar café.

En la media hora que llevo aquí, han pasado Fernández Noroña, el Hobbit Bermúdez y media docena de académicos de la zona colmex-flacso.

Lo que es estar en el ajo.

Una de las maneras en que más disfruto escuchar música: en vivo.

No es el más amargo o cremoso, eso es cierto, pero caminar por Ayuntamiento, husmear por los negocios de lámparas art-deco, imaginarme a Pérez Gay frente a las vitrinas de La Europea y ver la bandera republicana entre humo y olor a café quemado, eso sí es sabroso.