La vida es viaje, solo hay vida en el viaje, en esa huida constante hacia ti mismo.
En X soy el mismo, pero con distintos ingredientes.
1. tr. Prestar atención a lo que se oye.
2. tr. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia.
O sea, ¿hizo oídos sordos?
1. tr. Prestar atención a lo que se oye.
2. tr. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia.
O sea, ¿hizo oídos sordos?
No sé, serán cosas mías…
No sé, serán cosas mías…
No sé, serán cosas mías…
No sé, serán cosas mías…
Sánchez vuelve de vacaciones demacrado y se muestra vacilante, ¡mal augurio, el cambio no tardará en llegar!
Sánchez vuelve de vacaciones demacrado y se muestra vacilante, ¡mal augurio, el cambio no tardará en llegar!
la historia, esperemos que no…
‘Le visage de la guerré’
Shirley Temple 1940
la historia, esperemos que no…
‘Le visage de la guerré’
Shirley Temple 1940
Y para ver si me quieres
me envolveré en tu silencio
de vino y leche templada,
y plantaré flores grises
tristonas, desaliñadas
como esos versos que escribes
para destilar mis ganas.
Ilustración: Ana Manzano
Y para ver si me quieres
me envolveré en tu silencio
de vino y leche templada,
y plantaré flores grises
tristonas, desaliñadas
como esos versos que escribes
para destilar mis ganas.
Ilustración: Ana Manzano
soy yo sin ti, mesonera…
Tus ojos son para mi
reflejo de por qué vivo
siendo vivir mi castigo
y el afán de que no muera
si esto no ha de ser contigo.
soy yo sin ti, mesonera…
Tus ojos son para mi
reflejo de por qué vivo
siendo vivir mi castigo
y el afán de que no muera
si esto no ha de ser contigo.
e ignoro cómo decirlo:
diría que tu boca es bella y armoniza con tu cara
que tu cuerpo es tan suave
—y es ahí donde me pierdo
en busca de la palabra—
como la tarde de un viernes
previa a un lunito festivo,
de irisación tan perversa como el plumaje de un mirlo.
e ignoro cómo decirlo:
diría que tu boca es bella y armoniza con tu cara
que tu cuerpo es tan suave
—y es ahí donde me pierdo
en busca de la palabra—
como la tarde de un viernes
previa a un lunito festivo,
de irisación tan perversa como el plumaje de un mirlo.
Así en tantas cosas…
Así en tantas cosas…
Así en tantas cosas…
Así en tantas cosas…
Nada la iguala en su eficacia, y por eso es temida por sátrapas y dictadores que queman libros y enmudecen
o asesinan poetas.
Tampoco subestiméis la eficacia del silencio activo.
!Ay, si yo os contara!
Ana Mª Manzano (El corazón de la palabra)
Nada la iguala en su eficacia, y por eso es temida por sátrapas y dictadores que queman libros y enmudecen
o asesinan poetas.
Tampoco subestiméis la eficacia del silencio activo.
!Ay, si yo os contara!
Ana Mª Manzano (El corazón de la palabra)
Nada la iguala en su eficacia, y por eso es temida por sátrapas y dictadores que queman libros y enmudecen
o asesinan poetas.
Tampoco subestiméis la eficacia del silencio activo.
!Ay, si yo os contara!
Ana Mª Manzano (El corazón de la palabra)
Nada la iguala en su eficacia, y por eso es temida por sátrapas y dictadores que queman libros y enmudecen
o asesinan poetas.
Tampoco subestiméis la eficacia del silencio activo.
!Ay, si yo os contara!
Ana Mª Manzano (El corazón de la palabra)
(Si no lo ves, trata de imaginarlo, eso nos diferencia de las bestias)
Foto: Paco Serrano
(Si no lo ves, trata de imaginarlo, eso nos diferencia de las bestias)
Foto: Paco Serrano
e ignoro cómo decirlo:
diría que tu boca es bella y armoniza con tu cara
que tu cuerpo es tan suave
—y es ahí donde me pierdo
en busca de la palabra—
como la tarde de un viernes
previa a un lunito festivo,
de irisación tan perversa como el plumaje de un mirlo.
e ignoro cómo decirlo:
diría que tu boca es bella y armoniza con tu cara
que tu cuerpo es tan suave
—y es ahí donde me pierdo
en busca de la palabra—
como la tarde de un viernes
previa a un lunito festivo,
de irisación tan perversa como el plumaje de un mirlo.