Mo es una curiosa maravilla en un mar de mierdas de Netflix. No esperen profundidad, entiéndanlo desde el humor facilón estadounidense. Pero con todo eso, es un logro que pongan la vida de una familia palestina refugiada en el centro de todo, más en los tiempos que corren.

Deberíamos pensar cuál es la razón por la que nos conmocionan tanto las malas formas, y no los malos fondos. Trump es, sin formas, lo que Biden era, con ellas. El supremacismo de siempre, más o menos arrogante. Los 50.000 muertos de Gaza han sido con un presidente demócrata consintiendo y apoyando.

La respuesta de Gustavo Petro a Trump, entera, de la primera a la última línea, es mucho más que hermosa. De hecho, me parece histórica. Todo el mundo decente debe mostrar su apoyo al pueblo colombiano.

Si tienen oportunidad, vayan a ver esta absoluta maravilla que enlaza la danza flamenca con la migración y la acogida, y que te pone los pelos de punta desde el principio hasta el final.

Decidme que esta red social no servirá para pasarse el día discutiendo sobre lo malos que son los pseudoperiodistas ultras o las presidentas que solo buscan enfadar a la izquierda para que la izquierda les haga todo el trabajo publicitario mencionando sus barbaridades una y otra vez.