Hoy he firmado un contrato,
una cuenta atrás... doce semanas...
Los aquenios de mi mente volando libres,
buscando cumplir el sueño tanto tiempo postergado.
Darán los frutos anhelados o se perderán entre los vientos?
Podré ver en sus dulces ojos
cumplido el destino por el que fueron creados?

Pájaros en la cabeza
y el fuego en mis manos.
Para llevar los sueños a término
sólo es necesaria una chispa,
oxígeno que torna en calor,
para liberar el alma.
Henchidos los pulmones
que vuelven a respirar aire puro.
El cielo se torna azul y envuelve,
como un mar en calma,
esta existencia incólume.

Con la cadencia de instantes sucesivos,
los hilos tejen la Fortuna con designios.
Atesoro momentos y sensaciones,
susurros efímeros y melodías eternas,
el olor de tus vacaciones en tu infancia,
los ojos que ya no verás y siempre echarás en falta.

Estoy hecha de esencia, no me conformo con menos.

Otra vuelta de tuerca,
aumenta la presión y gira la rueda.
Alas negras rompiendo la calma,
falsas disculpas que inciden en la herida,
graznan de lo que no soy
con su imagen errada.
Silencio tendrá y ausencia,
pues todo dí...
nada queda ya de aquella
tonta y confíada,
más que ganas de volver a volar.

Decoro dudas con hilos de colores,
como las Moiras
ciegos mis ojos y oculta en las sombras.
Vacío y quietud apartes iguales,
ni angustia ni anhelo,
otro paso me acerca a mi destino,
camino en mí y me recreo.
Apaciguar el ruido, recobrar la calma,
resurgir desde mi esencia...
abrir las alas y volar.

En el silencio busca mi voz si quieres oírme...
No soy el estruendo que ahoga,
ni la pena que agrede.
Soy quien, como el susurro, titila en tu oído,
como el trino del pájaro al amanecer,
cuál borbotar del río en el deshielo,
soy el aleteo de una mariposa
que se posa en tus ojos y te invita a soñar.

Libera tu alma mariposa...
la renuncia es el precio de la calma,
aunque una vez más te toque perder,
la vida siempre retorna lo que bien haces.
Aunque nadie sepa
la verdad no necesita testigos.

Como el ánfora de Pandora,
que ya solo contiene y atesora la esperanza,
es el camino que se abre ante ti.

Fue cuando me quedé vacía y la oscuridad se cerraba a mi alrededor que empecé a ver pequeños puntos de luz que emanaban y comprendí el valor de mi universo.
Y volvieron las palabras, los sentidos, los caminos por recorrer, los sueños que recuperar...
... contemplando el infinito.