Por eso en Rosita y Amparo hemos creado la colección Volver con la que queremos recuperar textos que nos cuenten, que nos introduzcan en lo que somos en este fugitivo tiempo actual.

Pero si el futuro no existe más que en el plano hipotético de la proyección y el presente es efímero y fugaz, inasible, un simple umbral entre lo existente y lo que va existir, quizá lo único que seamos es pasado, prólogo.

Aunque, a decir verdad, y a pesar de que nos encantan nuestros libros en tanto objetos, nos gustan mucho más por su contenido.

Por último, la impresión se realiza en offset 1/1 negro sobre un papel ahuesado de 90 g, un clásico de la industria editorial, muy apreciado por su elevada opacidad y su característico tono marfil.

La tipo de la tripa es Garamond, la más elegante, legible y versátil y una de las más frecuentes en la edición clásica. No se sabe con certeza si la creó Claude Garamond en el siglo XVI o Jean Jannon en el XVII, pero, en cualquier caso, les estamos profundamente agradecidos.

Además, incluimos en la solapa posterior un punto de lectura desprendible, cuyo diseño se vincula con la portada y puede separarse fácilmente gracias a un trepado.

Nuestras cubiertas son de cartulina de 300 grs. y suelen ir plastificadas en mate. Las imprimimos 4/4 —esto es, por ambas caras— porque incorporan retiraciones con un patrón de nuestro logotipo que combina los dos colores dominantes de cada cubierta.

En su origen designaba una encuadernación provisional, realizada en papel o cartulina, sin tapa dura, mientras el comprador decidía si mandar encuadernar el volumen en piel o tela. A partir del siglo XX se convirtió en la encuadernación habitual de los libros de amplia difusión.

La encuadernación es rústica con solapas, cosida con hilo vegetal. El término «rústica» procede de la industria editorial francesa del siglo XIX y no alude a lo campestre, sino a lo no lujoso o sin ornamentos.

😂😂

El principal rasgo de aquella tipografía era la geometría que conectaba con la estética de los movimientos artísticos de la época (Art Decó, futurista, constructivista…).
Esta tipografía, muy presente en el diseño valenciano, tiene una vocación festiva y reivindicativa.

Metxa también se inspira en el mítico rótulo «Refugio» que señalizaba los espacios destinados a proteger a la población de los ataques aéreos durante la Guerra Civil en la ciudad de València, entonces capital de la República.

Metxa es una tipo con influencias art decó concebida en caja alta donde prima la forma geométrica. La estética mira al pasado, a referentes de una etapa dorada del cartelismo valenciano (Renau, Monleón, Ballester…).