que ya no puede pronunciarse en tiempo presente.
Y la única tregua,
la única mentira que me consuela,
es decirme que al menos,
ya no sufre.
Pero yo sí.
Porque hay duelos que no terminan,
solo se aprenden a cargar.
que ya no puede pronunciarse en tiempo presente.
Y la única tregua,
la única mentira que me consuela,
es decirme que al menos,
ya no sufre.
Pero yo sí.
Porque hay duelos que no terminan,
solo se aprenden a cargar.
no hay foto nueva,
no hay indirecta,
no hay opción de escribir “te extraño”
esperando una respuesta.
Solo queda el vacío,
la ausencia que se sienta en la mesa
como un fantasma sin rostro.
no hay foto nueva,
no hay indirecta,
no hay opción de escribir “te extraño”
esperando una respuesta.
Solo queda el vacío,
la ausencia que se sienta en la mesa
como un fantasma sin rostro.
he sido el olvido de alguien que prometió eternidad,
he visto puertas cerrarse,
perfiles desaparecer,
he aprendido a stalkear la felicidad ajena
para consolarme con que, al menos,
alguien que quise sigue sonriendo.
he sido el olvido de alguien que prometió eternidad,
he visto puertas cerrarse,
perfiles desaparecer,
he aprendido a stalkear la felicidad ajena
para consolarme con que, al menos,
alguien que quise sigue sonriendo.
en el silencio donde arde tu voz,
como un árbol que toca el horizonte,
esperaré al borde de la eternidad.
Si mis pasos ya no encuentran suelo,
si mi voz se pierde en su canción,
déjame ser la piedra que sostiene,
el rincón donde el alma vuelve al amor
en el silencio donde arde tu voz,
como un árbol que toca el horizonte,
esperaré al borde de la eternidad.
Si mis pasos ya no encuentran suelo,
si mi voz se pierde en su canción,
déjame ser la piedra que sostiene,
el rincón donde el alma vuelve al amor
como un verso que aún no termina,
bajo el cielo que se pliega en tus ojos,
esperaré el momento de volver.
Me quedo leyendo huellas de un mañana,
palabras que nadie más escribió,
susurros de un amor que se disuelve,
como ríos que nunca llegan al sol.
como un verso que aún no termina,
bajo el cielo que se pliega en tus ojos,
esperaré el momento de volver.
Me quedo leyendo huellas de un mañana,
palabras que nadie más escribió,
susurros de un amor que se disuelve,
como ríos que nunca llegan al sol.