+ La mano libre, rozó las falanges finas de Yan.

“Quiero llevarte a un buen sitio. Uno lleno de placer, música, buen vino. Únicamente necesitarás tus sentidos...Y me encantaría que tocases para todos allí.”

+ todo un muñeco exótico de tez blanca y ojos negros. Casi salido mágicamente de un libro. Y era solo para él. Su elegido. Su futuro compañero.
Tomó asiento a su lado, apoyando un codo en el respaldo del sofá, su mano descansando en su cabeza dorada mientras miraba con embelesamiento al asiático. +

+ un ser más cruel que un vampiro sediento de sangre y juego.

𝘓𝘦 𝘱𝘭𝘢𝘪𝘴𝘪𝘳 𝘥𝘶 𝘫𝘦𝘶 𝘵𝘰𝘳𝘵𝘶𝘦𝘶𝘹, le llamaba. Perfecta definición.

“¿Te estás adaptando bien a esta tierra, Yan?” Los ojos azules del vampiro aún sin revelar, se deleitaron con la figura etérea de Yan Cheng. En aquel sillón parecía +

Traer a Yan a Orleans iba a ser todo un riesgo y eso Lestat lo sabía de antemano. Vivían en unos años complicados. La gente era cruel, discriminaba y mataba a quienes eran diferentes. La podredumbre del ser humano. Por eso le gustaba y disfrutaba el llevarles al límite. En realidad, no había +

/ Con audiencia es mej-