Hoy es el día internacional del libro y me pilla escribiendo, como siempre. El camino de las letras (literarias o no) es bastante difícil y no demasiado apreciado por la sociedad. Pero tengo mucho orgullo de los tres libros que, con gran esfuerzo, he conseguido publicar.

A Mario Vargas Llosa se le pueden hacer muchas críticas por su posición política de los últimos años. Yo prefiero quedarme con ese autor joven y progresista que en los sesenta escribió La cuidad y los perros y Conversación en La Catedral, dos novelas que me acompañarán toda la vida.

He visto Anora. A la media hora de filme, me he dicho: mira tú, el Pretty Woman de la generación Z. Después, en el segundo acto, se vuelve una versión indie de los Tres Chiflados. En el tercero mejora. La protagonista es entrañable, pero cuando todo termina uno se pregunta ¿tanto alboroto para esto?

Mi hermana lanza su nuevo libro, este sábado, en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Santiago (Chile).

Nos deja Cacá Diegues (1940-2025), uno de los nombres fundamentales del Cinema Novo.

Ayer di una conferencia sobre el uso de archivos de TV en el cine. Al salir, una persona que trabaja en una institución de archivos francesa, me ha dicho que han aumentado las peticiones de grupos de ultra derecha que quieren material de TV para hacer films. La batalla por la memoria nunca termina.

Probablemente el último libro que me leeré en enero. Uno de los primeros de Carrère. Novelón duro, irónico, sin concesiones.