Aquí. Vengándome de todo.

Primavera lenta. Paso a paso.

Las nubes se oscurecen, la noche se resiste.

I try.

De acuerdo con Muñoz Molina.

No sé si los bares me salvan la vida o acabarán con ella.

Hasta el final, hacia ninguna parte.

Sábado noche. Cenando en el hotel, solo.
Un niño llorando. Gente que entra y sale. El suelo de baldosas grises.
Es tan inhóspito que tiene una especie de reverberación hueca que te aísla de las cosas. Esas cosas que siguen pasando. Aunque estés aquí. Aunque disimules. Aunque te creas invisible.

Poco a poco un nuevo proyecto se va cocinando.

Se intuía algo de primavera en el atardecer.

Este cielo se oscurece poco a poco.
El silencio es lento.
La bondad es bella.

El día da paso al siguiente.
Una vida a otra vida.
Hoy el invierno está aquí dentro.

Llevo las cenizas de nuestro perro en el maletero del coche. Un mastín con un corazón grande y puro. Ahora los días huecos pasan como un simple envoltorio de nuestro vacío. El dolor lo inunda todo como polvo en suspensión. Las lágrimas ya no me sirven.

Bronco se nos ha ido con un año apenas cumplido. Pocas almas tan nobles y limpias he encontrado en la vida. Durante diez meses iluminó nuestros días. Ahora, intenso dolor y vacío infinito. Te queremos amigo, descansa en paz.

Último paseo del año. Adiós 2024.

No hay viento y el silencio parece cubrirlo todo, como una espera hasta que algo imperceptible suceda y todo se ponga de nuevo en marcha.
La luz se ha replegado.

Paseo y café.

Y va apareciendo ya el invierno.