No es nostalgia: es legado activo. La serie está viva, respira y late con la historia. Y eso, en tiempos de algoritmos y contenido desechable, es casi una revolucion.

¿Está politizada? Sí, por supuesto. Igual que la obra original. Oesterheld hablaba de resistencia colectiva, de la importancia de lo común frente a lo individual, y esta adaptación recoge ese legado, lo respeta, lo adapta y lo actualiza.

Escenarios “apocalípticos” que demuestran que las respuestas más efectivas siguen viniendo de la solidaridad colectiva de la ciudadanía, no de los poderes con traje y sonrisa de CEO.

La metáfora sigue funcionando y conecta con nuestra realidad más allá de su contexto original. Lo hace de forma global, cruzando el charco y traspasando fronteras a través de fenómenos como la pandemia o el gran apagón del sur de Europa.

En su momento, la invasión alienígena no era solo un recurso narrativo, sino que funcionaba como una metáfora del control, la represión y los golpes de Estado que marcaron el país, y también de la resistencia democrática entendida como algo colectivo. Nadie se salva solo.

Otra d las claves q acierta es conservar la visión coral del heroísmo. Aquí no hay un mesías o un líder solitario: hay grupo, hay comunidad. La supervivencia no depende del más fuerte, sino del más solidario. Y eso, en tiempos d individualismo rampante, es casi subversivo.

Que Netflix y Bruno Stagnaro (el de Okupas, sí, ese) se hayan atrevido ya es una buena noticia. Que lo hayan hecho con respeto, potencia visual y sin rebajar su carga ideológica es mucho más que eso. Stagnaro no solo ha respetado la obra: la ha entendido.

Conviene recordar el contexto: Oesterheld fue secuestrado y asesinado por la dictadura en 1977, como gran parte de su familia. Su obra es mucho más que una historieta: es testimonio, herida, legado y memoria colectiva.

Ya mataron a mucha gente de hambre, de falta de medicamentos, de falta de obras. Ahora les falta matar gente por represión. Y lo van a hacer. Porque son asesinos en toda la línea.
FIN.

Sin embargo, mírala porque puedes estar en desacuerdo con su tesis y disfrutar del viaje. Créeme, el viaje es intrigante, divertido, aterrador, horroroso e inmensamente divertido.

En definitiva, no la vean por la forma en que puede resolver sus ideas sobre la evolución humana. Puede parecer un sacrilegio (sé que no me gustó el final).

Este programa es un cambio refrescante con respecto al fin del mundo de la inteligencia artificial en historias como Terminator . Promete una inmersión más profunda en lo que nos hace humanos.

Sin embargo, propone algo de lo que quizás no hayas oído hablar: la "inteligencia cargada" (te dejaré descubrirlo). Esta crisis de identidad humana central se contextualiza en la mitología de diferentes culturas.

Sobrias fotografía y escenografía para envolver una atmósfera turbia y angustiosa dónde la fealdad humana persiste y se atribuye una vez más la más brutal y mezquina d las realidades. Buenas interpretaciones para dar el broche d oro a una fábula crepuscular que merece la pena.

Es un acierto el tratamiento d los personajes, redondos, nada lineales a lo largo de una historia d lucha por encontrar un lugar en un mundo que nunca ha estado asentado del todo.