Todo mal con lo que cuentas, pero… extrañaba tus aventuras de oficina. 🤍

Áaaaaandale. Me lo pondré de reto, jaja.

ESO.

Y aunque hubiera beneficio económico (no era mi caso), ya sabemos que la gente tiene cosas que pagar, bocas que mantener; para eso trabajan y no arriesgar su sueldo es una decisión. Una que, sin entrar en detalles, no se respetó por lxs periodistas en este caso.

Lo que me falta es seguir más gente acá.

Y nada tenía que decir yo, al final.

Nada más me sorprendió que alguien que se benefició profesional, social y económicamente de LA FUNA™, por años, ahora quiera distanciarse de ella.

Supongo que empezaron a caer piedras en sus ventanas ya.

Aunque no soy experto, imagino que hay una diferencia entre reportar esas historias y acosar por días a los seres queridos, colaboradores y empleadores de tu funadx buscando… nunca entenderé.

Que hablando de que todxs podemos cometer violencias, alguna barrera ética se cruzó.

Y de acuerdo que las personas cuenten sus historias, que les pongan nombre y apellido si quieren. Me encantaría que además encuentren alguna versión de justicia o una herramienta que les permita sanar o seguir.

Contar, publicar y compartir es valiente y necesario, pero…